6 de agosto de 2014

Ya no... De mi querida y admirada Esther Novalgos Laso

Ya no seré la amiga
que rogaba, mendiga,
la luz de unas palabras. 

Ya no seré
quien escribía versos
cada noche.

Ya no seré la pieza imprescindible
que en un puzle de amor
recomponía el alma. 

Ya no seré quien, ávida de abrazos
repicaba en tu aldaba.

Ya no seré quien, terca,
con tu nombre jugaba,
ni quien venía a verte
para abrazarte al alba.

Ya no seré la mente
con tu imagen tatuada,
ni el comodín de versos,
ni el cojín de tu almohada,
ni el gozne de tu puerta,
ni la estrella que al verte
se escondía entre escarcha.

Ya no seré la nota
que sonó en tu guitarra,
ni la rima candente,
ni la luz solitaria,
ni el murmullo de letras
que a tus noches cantaban.

YA NO. 
Ya no seré la amiga
que rogaba, mendiga, 
la luz de unas palabras.