4 de septiembre de 2007

Una carta para...

Hola, que tal estás:

Supongo que mi carta te sorprenderá después de tantos años sin saber de mi. Pero hoy, no sé porqué razón me viniste a la cabeza. Recordé aquella noche, sentadas en un banco de aquella calle mal iluminada por una débil luz de una farola. Aquella fue la última vez que supe de ti.

Durante todos estos años, un vacío dentro de mi, no ha parado de torturarme. No se han cumplido mis sueños, no he sido nada en la vida y la verdad es que lo siento, porque se que tu estabas segura de que seria todo aquello que me propusiera, siempre tuviste una fe ciega en mi, en mis proyectos, en mis locuras, Cuando lloraba, me dabas una patada para que tirara pa lante, como me solías decir y nos reíamos juntas de mis locuras......

Pero aquella noche, ¿la recuerdas?, no se que paso, ni porqué... me desligue de ti. Me fui dejándote sola y yo a la deriva tome un camino sin rumbo.
Me gustaría que nos reencontrásemos de nuevo, volver a aquellas cosas con las que soñábamos y poder realizarlas juntas. Recuperar proyectos de locos y no tener miedo al fracaso, porque tu siempre me decías que el fracaso enseña y que me volvieras a empujar, fuerte para tirar pa lante...

En fin, se que va a ser difícil, te deje hace tanto, que no se si te será fácil volver... Nunca te he dicho nada, ni una palabra para que nos volvamos a acercar. Pero me acabo de dar cuenta de que sin ti no soy lo que siempre quise ser. Te necesito...

Un beso y por favor contéstame:

Firmado

tu otro yo