11 de marzo de 2009

Mi refugio



Árbol cansado de tantos abatares

deja descansar mis cansados huesos

en el tronco de tu sabiduría,

cúrame las heridas de mi alma

como tú curaste las tuyas

Extiende tus ramas

y abrazamé

que siento el frío de la noche,

dame la fuerza de tus raices

para poder seguir firme

y no decaer en el camino.

Quiero cobijarme a tú lado

eschucharte

sentir el viento entre tus ramas

que me canta una dulce nana.