17 de diciembre de 2008

¿Prueba superada?


Normalmente expresamos nuestros sentimientos cuando estos son negativos. Nos encontramos mal anímica o físicamente y lo comunicamos. En cambio cuando estamos bien nos lo solemos callar.

Yo hoy tengo ganas de contar que estoy muy bien.

Durante años he arrastrado una enfermedad a la cual solo escasamente dos años fui capaz de afrontar. Una enfermedad muy dura para quien la arrastra y para la gente de su alrededor y que mucha gente piensa que es una tontería.

Hablo de la depresión. Un mal casi endémico en los tiempos que corren y que es difícil de reconocer por quienes la padecen, y mas dificil aún afrontarla.

La verdad es que me siento extraña recuperando la “normalidad”. Me levanto pronto, sin angustias, taquicardias, ansiedades y sobre todo sin ese ladrillo que oprime el pecho y que me dice que no vales para nada y para qué vas a comenzar el día.

Recuperar la sensación perdida de un nuevo día solo la disfruta quien la ha perdido, y es una sensación maravillosa.

Disfrutar de un libro y poder reflexionar, reír o llorar con él es algo que había olvidado… mi mente no conseguía asimilar todo aquello.

Vuelvo a retomar proyectos olvidados en ese rincón de mi cabeza al que no quería entrar, pero que por suerte aún esta ahí.

Pero sobre todo y ante todo, lo mejor es recuperar la sensación de que valgo para algo. Que no soy un cero a la izquierda y que me quiero mucho. Que no soy perfecta ni falta que hace, pero soy yo y puedo soportarme, quererme y dejarme querer.

Muchas paranoia se van disolviendo. Miedos y pánicos se alejan en la distancia, viéndolas como recuerdos difuminados.

No quiero echar las campanas al vuelo. He aprendido a ser paciente y prudente. A mirar el día a día y a disfrutar de él. Sé que mañana se puede volver a romper la brújula… pero no tengo miedo, sé que soy mas fuerte y un pelín mas sabia y que si uno quiere, PUEDE.

La verdad es que he tenido suerte. He encontrado gente que me ha apoyado, aguantado y soportado. Que ha estado siempre que lo he necesitado, mañana, tarde y noche... Sé que soy fuerte, pero sin su paciencia infinita y divina hoy no estaría escribiendo esto.

Un beso