30 de octubre de 2011

A mis soledades voy... (de Lope de Vega)




A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.

¡No sé qué tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos!

Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.

Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.

De cuantas cosas me cansan,
fácimente me defiendo;
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.

El dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento,
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.

La diferencia conozco,
porque en él y en mí contemplo,
su locura en su arrogancia,
mi humildad en su desprecio.

O sabe naturaleza
más que supo en otro tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.

Sólo sé que no sé nada,
dixo un filósofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.

No me precio de entendido,
de desdichado me precio,
que los que no son dichosos,
¿cómo pueden ser discretos?

No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.

Señales son del jüicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de más
otros por cartas de menos.

Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres
que desde entonces no ha vuelto.

En dos edades vivimos
los propios y los ajenos:
la de plata los extraños
y la de cobre los nuestros.

¿A quién no dará cuidado,
si es español verdadero,
ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?

Dixo Dios que comería
su pan el hombre primero
con el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento,

y algunos inobedientes
a la vergüenza y al miedo,
con las prendas de su honor
han trocado los efectos.

Virtud y filosofía
peregrina como ciegos;
el uno se lleva al otro,
llorando van y pidiendo.

Dos polos tiene la tierra,
universal movimiento;
la mejor vida el favor,
la mejor sangre el dinero.

Oigo tañer las campanas,
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.

Mirando estoy los sepulcros
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.

¡Oh, bien haya quien los hizo,
porque solamente en ellos
de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños!

Fea pintan a la envidia,
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.

Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir
piden prestado el tintero.

Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones, ni pleitos.

Ni mumuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, afirmaron
parabién, ni pascua dieron.

Con esta envidia que digo
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.

26 de octubre de 2011

Truco de limpieza y belleza corporal…. (Ideal para hombres y mujeres faltos de tiempo que gustan cuidarse y tener su casa apañá)

Cuando me faltan pocos dçoas para cogerme vacaciones, siempre me hago mil planes para hacer millones de cosas. Esas cosillas que cuando estoy trabajando tengo dificultades para hacer por falta de tiempo… Pero claro, llegados los anhelados días de asueto termino no haciendo nada, que me merezco un m descanso y el tiempo se me va mirando las musarañas y acordándome de todo lo que iba a hacer…….

En esta tesitura estoy ahora.. Llevo una semana de vacaciones y apenas he hecho nada de lo que me había planteado. Eso si, sin cargo alguno de conciencia… Que para eso estoy de vacaciones, y es tiempo de relajo y disfrute…

Pero esta mañana me he levantado… No sé, cómo con ganas de hacer algo. Me he sentado a ver si se me pasaba, si era solo algo pasajero. Pero no!!!!!!. Tras un buen desayuno, que para eso tengo tiempo, he seguida teniendo ganas, y por mas que he esperado, nada, no se han pasado… Así que me he puesto a pensar en que hacer de todo lo que tenía apuntado en mi agenda vacacional y….EUREKA!!!!!!He tenido una gran idéa.

He salido disparada de mi casa rumbo al trastero y tras buscar entre cajas y demás cosas acumuladas. En un rincón olvidado la he encontrado…Mi vaporetto… No, no estoy loca (bueno, si… pero esa es otra historia). Es que he tenido una genial idea que os voy a contar.

Pertrechada con el trasto ese que suelta vapor he vuelto a casa. Me he puesto ropa cómoda, he cogido la escalera y me he dirigido al baño. Allí he llenado de agua el calderín , la he enchufado y me he dispuesto a limpiar los azulejos del baño. Con la abundancia de vapor los azulejos van retomando su brillo natural y te montas un baño turco casero ideal para limpiar asimismo los poros de la piel. La tarea es ardua si los azulejos hace tiempo que no ven un trapo, pero mejor. El ejercicio es mas intenso y se tonifican los músculos… Tras dejar los azulejos como espejos una buena ducha templada y la piel queda suave y limpia…. Al final, una tarea que pensaba hacer tachada de la lista y he dedicado un rato a mi cuerpo que tampoco le venía mal.

Eso sí, este ejercicio no lo recomiendo muy a menudo, solo en momentos de inspiración y solo en vacaciones. En época de jornada laboral lo mejor es que los azulejos se esperen y el baño turco en un spa con un buen masaje luego.